Este blog ha sido creado sin ánimo de lucro. El único interés que me guía en este proyecto es la divulgación, el intento de llevar al gran público un aspecto del debate ciencia-fe que, considero, no es suficientemente conocido, pero que no debe ser obviado si pretendemos construirnos un criterio global y objetivo sobre un tema de candente actualidad.

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¿El orden en la naturaleza es real o sólo un producto de nuestra mente?


"Es importante entender que las regularidades de la naturaleza son reales. Se argumenta en ocasiones que las leyes de la naturaleza...  las impone nuestra mente con el fin de dar sentido al mundo. Es cierto que la mente humana tiene propensión a encajar todo en esquemas, llegando a imaginarlos aun allí donde no existen... Todos hemos buscado rostros en las nubes, en las rocas o en las llamas. No obstante, creo que la sugerencia de que las leyes de la naturaleza son proyecciones, por analogía, de la mente humana, es insostenible. La existencia de regularidades en la naturaleza es un hecho matemático objetivo... Sin esta hipótesis de que las regularidades son reales, la ciencia quedaría reducida a una farsa sin contenido.

"Otra razón es que (las leyes de la naturaleza) ayudan a descubrir cosas nuevas sobre el mundo, cosas insospechadas, a veces, de antemano. La característica de una ley potente es que va más allá de la descripción eficaz del fenómeno original para cuya explicación fue invocada, y consigue relacionar también otros fenómenos. La ley de la Gravedad de Newton, por ejemplo, dio cuenta de los movimientos de los planetas, pero explica al mismo tiempo las mareas oceánicas, la forma de la Tierra y muchos otros fenómenos... La historia de la ciencia demuestra  que, en cuanto una ley es aceptada, se deducen inmediatamente sus consecuencias y esa misma ley se comprueba en muy diversos contextos, conduciendo a veces a al descubrimiento de importantes fenómenos, nuevos e inesperados. (Algo muy improbable en el caso de que esas "leyes" y ese "orden" los hubiéramos inventado nosotros).

"Esto me empuja a creer que, al hacer ciencia, estamos de verdad descubriendo regularidades (orden) en la naturaleza; estamos leyendo esas regularidades, no escribiéndolas nosotros en ella"


Paul Davies
Físico y escritor británico
Director del Instituto BEYOND (Center for Fundamental Concepts in Science)
Extractos de "La mente de Dios, la base científica para un mundo racional", pág. 66.





Queda claro que el orden que apreciamos en el cosmos y la naturaleza no es, como pretenden algunos ateos (no todos) un "orden" sólo "aparente", o que somos nosotros quienes "vemos" ese orden porque, en realidad, "deseamos verlo así". Es un argumento esgrimido a menudo cuando se desea sortear a toda costa la idea de un posible "legislador". Pero se trata de un orden real, perfectamente objetivo. El contraargumento teísta sería: si ese orden del cosmos fuera sólo ilusorio o aparente, la ciencia sería también "ilusoria y aparente", pues descubre y usa las leyes que delimitan ese orden cósmico como materia prima en la elaboración de toda su arquitectura teórica. Como afirma Davies, en este caso, la ciencia sería una disciplina falsa, una pantomima.

Si, llegados a este punto, nuestro ateo cientifista, por mor de mantener a toda costa el orden ilusorio del universo, comete el error de acceder también a la "falsedad" de la Ciencia que describe ese orden... le felicito, amigo teísta, porque ha ganado usted el debate ;-), pues el ateo sin la fiabilidad de la Ciencia, deja de ser cientifista y, por tanto, se queda sin su mejor baza. De hecho, la única baza y el único recurso argumental que muchos conocen.

 

 

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