Este blog ha sido creado sin ánimo de lucro. El único interés que me guía en este proyecto es la divulgación, el intento de llevar al gran público un aspecto del debate ciencia-fe que, considero, no es suficientemente conocido, pero que no debe ser obviado si pretendemos construirnos un criterio global y objetivo sobre un tema de candente actualidad.

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Darwin desconfiaba de la capacidad de la mente humana para alcanzar por sí sola la verdad

ciencia y fe

"'Confianza' es otro término para designar la fe, y basta un poco de reflexión para percatarse de que toda indagación de cualquier ser humano aflora de las turbias aguas de alguna suerte de fe o confianza, sin prueba objetiva alguna. La mayoría de nosotros sencillamente creemos que merece la pena buscar la verdad. No podemos demostrarlo, puesto que ya el solo intento de proceder así presupone tal confianza (o fe). Así pues, esta confianza básica desencadena toda honesta indagación humana, incluida la propia investigación científica... Esta confianza básica no es el resultado de ningún régimen de experimentación. Confiar en que el mundo natural resulta inteligible y en que merece la pena buscar la verdad es esencial para hacer, antes que nada, que la ciencia alce el vuelo... Semejante confianza se encuentra asimismo en el núcleo de la genuina fe religiosa. Al menos en este sentido, la ciencia y la fe son aliadas, no enemigas...

Los intentos de los nuevos ateos de purificar de fe la conciencia humana son absurdos y están abocados al fracaso. (Sam) Harris, por ejemplo sugiere que la eliminación de toda fe resulta fundamental si se quiere que la razón reine soberana. Pero él no puede eliminar todas las huellas de la fe ni siquiera de su propia mente. A fin de llevar a cabo su apasionado propósito de limpiar el mundo de fe, primero tiene que creer que el mundo real es racional, que la verdad constituye algo digno de ser valorado y respetado y que su propia mente es tan íntegra que puede captar el sentido y elevar válidas pretensiones de verdad. Este componente de confianza (repetimos, este componente de fe) suele ser tácito y rara vez se explicita, lo que no obsta para que se trate de una vigorosa presencia. Es obvio que nuestros expertos ateos no han sido capaces de percibirlo ni siquiera en tanto en cuanto impulsa su propia actividad cognitiva...

Harris pone una enorme confianza en su propio poder de razonamiento... Hace un tácito acto de fe en su propia inteligencia crítica. Pero nunca nos ofrece una buena razón de por qué deberíamos confiar en que su mente le conducirá -y nos conducirá- a la verdad. En otras palabras, Harris jamás justifica su desmesurada arrogancia cognitiva. Sencillamente cree a ciegas en la superior capacidad de su mente para encontrar la verdad con una facilidad y una certeza inalcanzables para las personas mal orientadas por la fe religiosa. Si quiere ser para nosotros un guía fiable, ha de confiar en que su mente es capaz de ponernos en contacto con el mundo real. Pero, ¿por qué habría de confiar en su mente, dada sobre todo la visión del mundo natural a partir del cual, según se afirma, ha evolucionado la mente humana, la de Harris igual que la de cada uno de nosotros?.. Si la evolución es el (único) factor causal último involucrado en la formación de la mente humana, lo normal sería que desconfiáramos de nuestra actividad cognitiva. Puesto que es entendida como un proceso desprovisto de sentido y propósito, ¿por qué confía el naturalista científico en que la evolución sea eficiente en algo distinto de las adaptaciones? Para justificar nuestra confianza cognitiva es necesario que, aparte de la evolución, algo más opere en el gradual surgimiento de la mente en el curso de la historia natural. Pues, si nuestras mentes no son más que el resultado accidental de un proceso evolutivo sin sentido ni propósito, ¿por qué deberíamos confiar en ellas?

Ninguna interpretación puramente naturalista ofrece razones suficientes para confiar en nuestras mentes.

Una explicación darwinista de las facultades críticas de la mente no es suficiente para fundamentar la confianza que depositamos en nuestros poderes cognitivos. El propio Darwin estaría de acuerdo con esta observación"



John F. Haught
Teólogo, catedrático de Teología en la Universidad de Georgetown
Es uno de los grandes expertos mundiales en el campo de las relaciones entre Ciencia y Fe
Defensor de la compatibilidad entre la teoría de la evolución y la visión religiosa del mundo

Extractos de su libro "Dios y el nuevo ateísmo. Una respuesta crítica a Dawkins, Harris y Hitchens", págs.83-87


***


"De continuo surge en mí la horrenda duda de si las convicciones de la mente humana, que se ha desarrollado a partir de la mente de animales inferiores, tienen algún valor, si son verdaderamente dignas de confianza. ¿Confiaría alguien en las convicciones de la mente de un mono, suponiendo que una mente así pueda albergar algún tipo de convicción?"


Charles Darwin
Naturalista inglés, padre de la Teoría de la Evolución
Extracto de una carta dirigida a W. Graham el 3 de julio de 1881, recogida en "The life and letters of Charles Darwin",  Francis Darwin, 1959


***


"Muchos contemporáneos nuestros, basándose en razones sociológicas o filosóficas, niegan la posibilidad del conocimiento objetivo. Pero a continuación exceptúan de esta corrosiva subjetividad universal sus propias diatribas políticas, su propio trabajo de investigación y, sobre todo, su propia revelación primordial según la cual no puede haber conocimiento objetivo"


Antony Flew 
Filósofo y escritor inglés 
Profesor en Oxford y otras muchas universidades 
Perteneció a la escuela del pensamiento evidencialista



Más textos de Antony Flew, AQUÍ


Parece que Darwin era más intelectualmente honesto que sus actuales y arrogantes "bulldogs".


Aquí tienen una lista de expertos que no aceptan la hipótesis de la selección natural como mecanismo único de la Evolución de las especies. La mayoría de estos científicos no pertenecen al movimiento del Diseño Inteligente ni a ninguna otra corriente "creacionista".


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