Este blog ha sido creado sin ánimo de lucro. El único interés que me guía en este proyecto es la divulgación, el intento de llevar al gran público un aspecto del debate ciencia-fe que, considero, no es suficientemente conocido, pero que no debe ser obviado si pretendemos construirnos un criterio global y objetivo sobre un tema de candente actualidad.

Todos los párrafos aquí reproducidos son propiedad intelectual única y exclusivamente de sus autores. Siempre que sea posible se indicarán los títulos de los libros u otro tipo de publicaciones de donde fueron extraídos, así como el nombre y credenciales académicas de esos mismos autores. En algunos casos se proporciona al lector enlaces a librerías on line donde pueden adquirir sus obras. Aquí encontrarán una amplia bibliografía referente al debate ciencia-fe que incluye también todas las obras de divulgación consultadas en la progresiva elaboración del sitio. Sólo los textos escritos en caracteres grises son de mi autoría. Si desean reproducir éstos en otros blogs o páginas web, indiquen, por favor, el lugar del que proceden. Gracias.

Este blog no se adhiere a ningún credo.

Advertencia:

El contenido de este sitio puede ocasionarle conflictos irremediables con sus dogmas... cientifistas ;-)

Bienvenidos.



Muchos científicos tienen una imagen infantil de Dios

dios y ciencia vector

"Mi creencia en Dios no es  un puro asentimiento racional a un credo abstracto. Sería muy largo describir cómo creo y en qué Dios creo. Dios no es una idea, un pensamiento. Tampoco es una divinidad difusa en los confines del océano del cosmos...  Hay una experiencia interior que se va consolidando, encarnando y con la que se convive amorosamente. Y llega a formar parte de uno mismo. El gran problema que suelen tener muchos científicos es que mantienen una imagen infantil de Dios y esa imagen no se lleva bien con la maduración de una visión científica del mundo.  

(Permítanme un inciso: hace algún tiempo, en un documental de divulgación científica, el físico Leonard Mlodinow, coautor con Stephen Hawking de "El gran diseño", justificaba su ateísmo alegando como "prueba" de su afirmación que en el transcurso de sus investigaciones, él no había encontrado, palabras textuales: "ningún tipo con barbas manejando los hilos"... Es evidente que, si lo único que haría cambiar de parecer a este señor sobre el tema Dios sería encontrarse con una "evidencia" como esa, nunca cambiará de idea :-) algo que, por otra parte, es lo que él desea. ¿Qué mejor estragegia para mantener a salvo su ateísmo que alimentar una imagen tan limitada, pueril y antropomórfica de Dios y después asegurar que no ha encontrado en el universo nada que encaje con esa imagen? Reconocemos que es un modo muy eficaz de cubrirse las espaldas. El único riesgo que conllevan estas astucias intelectuales es que si, alguna vez, míster Leonard se encontrara con el auténtico Dios, dado que Su "imagen" real no coincidirá en absoluto con la tosca imagen preconcebida que tiene de Él, no le reconocerá. De hecho, no le ha reconocido, cuando para otros físicos es tan evidente. El doctor Mlodinow puede vivir tranquilo, su argucia es hábil y funcionará: nunca encontrará a ese "dios" que no desea encontrar).

 
El conflicto cognitivo no se resuelve y se rompe por lo más débil: la experiencia interior. Sin vida interior no es posible creer. Pero esa vida interior no es intimista, ausente de la realidad. La experiencia de Dios debe nutrirse de la experiencia humana, del contacto con la vida, con la realidad, con la dura realidad, con el mordisco en las propias carnes de la injusticia de un mundo desigual en el que hay víctimas. El clamor de las víctimas sube hasta Dios y nutre nuestra conciencia profunda.

Ciencia, espiritualidad y justicia no son para mí tres mundos incomunicados e impenetrables. Es más: tengo conciencia de que para algunas personas se repelen mutuamente, se excluyen. Lograr la síntesis personal no es nada fácil. En eso, el también jesuita y paleontólogo Pierre Teilhard de Chardin* es un guía espiritual. Supo aunar el gusto por la Tierra y el gusto por el Cielo. Supo ir hacia Dios con todo el gusto por la vida. Tenía muy claro que no se puede ser cristiano sin ser desesperadamente humano. Y que todo lo que asciende, converge. La ciencia sin espiritualidad está vacía, que dijo Einstein. Y una espiritualidad que no brota del contacto con la vida, con las situaciones de inhumanidad, no es una espiritualidad".

Leandro Sequeiros San Román 
Catedrático de Paleontología
Doctor en Ciencias Geológicas y licenciado en Teología 
Miembro de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Zaragoza


*Teilhard de Chardin: Paleontólogo, religioso y filósofo francés. Aportó una visión muy original de la evolución. Creó el concepto del Punto Omega para designar la meta ideal hacia la que se dirige toda la Creación. Como paleontólogo, participó junto al geólogo y también sacerdote Henri Breuil, en el descubrimiento del Sinanthropus u hombre de Pekín (Homo erectus pekinensis).

Los científicos teístas y deístas opinan

dios y la ciencia cientificos


He eliminado algunos gadgets de la barra lateral para acortar un poco el tiempo de descarga del blog. Transcribo su contenido a esta entrada por si en alguna ocasión desean consultarlos.
:-)



“Creo que mientras más a fondo se estudia la ciencia, más se aleja uno de cualquier concepto que se aproxime al ateísmo.”


William Thomson
Físico y matemático inglés
Célebre por desarrollar la escala de temperatura Kelvin
Recibió el título de barón Kelvin en honor a los logros alcanzados a lo largo de su carrera.


***



«La idea fundamental del designio o propósito mira fijamente al biólogo no importa en dónde ponga este los ojos... La probabilidad de que un acontecimiento como el origen de las moléculas de ADN haya tenido lugar por pura casualidad es sencillamente demasiado minúscula para considerarla con seriedad...»

Ernst Boris Chain
Bioquímico alemán
Recibió el Premio Nobel de Medicina en 1945  junto a Alexander Fleming por sus investigaciones sobre la penicilina.


***


“Al comprender que las leyes de la naturaleza deben estar ajustadas con extraordinaria precisión para que exista el mundo visible, surge con fuerza en nuestro interior la idea de que éste no se originó por casualidad, sino con una finalidad”
 

John Polkinghorne

Físico y sacerdote anglicano
 Universidad de Cambridge

Polkinghorne renunció a su cátedra de física en Cambridge para estudiar y prepararse para ser sacerdote. Después de completar sus estudios de teología, ordenarse y prestar servicio en varias parroquias, regresó a la universidad como físico.
Ha escrito varios libros sobre la compatibilidad entre ciencia y fe, como "Faith, Science and Understanding" (2008) y "Exploring Reality: The Intertwining of Science and Religion" (2007) o "One World: The Interaction of Science and Theology" (2010) entre otros.


***


“Desde mi más temprana educación como científico se me lavó vigorosamente el cerebro para que creyera que la ciencia no puede ser consecuente con ninguna clase de creación deliberada. Tuve que irme librando muy dolorosamente de esa noción. Me hallo muy incómodo en la situación, el estado mental, en que me encuentro ahora. Pero no hay ninguna manera lógica de escapar de ello... El que la vida haya sido un accidente químico en la Tierra es como buscar cierto particular grano de arena en todas las playas de todos los planetas del universo... y hallarlo”


Chandra Wickramasinghe
Astrofísico y matemático inglés
Universidad de Cambridge

 Wickramasinghe, eminente especialista en el estudio del polvo interestelar, no es exactamente deísta, (al menos no tenemos noticia de ello). En esta dolorosa reflexión alude a la panspermia dirigida. Añadimos aquí la cita por coincidir con los deístas -y con los teístas- al postular que el azar, por sí solo, no pudo dar origen al universo y la vida.
Aquí y aquí apuntamos algunos datos sobre esta curiosa hipótesis de la panspermia.


***


"Hay dos maneras de vivir una vida: una es pensando que todo es un milagro, la otra es pensando que nada lo es. De lo que estoy seguro es de que Dios existe"

Albert Einstein
Físico alemán 
Formuló la Teoría de la Relatividad
Premio Nobel de Física, 1921

(Sobre el deísmo de Einstein sigue habiendo controversia, pulsen aquí para consultar las reflexiones del filósofo Antony Flew a propósito de esta polémica)
 
 

Dios y la cosmología moderna

dios y la cosmologia

"La acción creadora de Dios no puede concebirse como la de una causa física, sino que pertenece al nivel ontológico del existir. Éste es un punto importante, ya que es frecuente poner la acción creadora de Dios al mismo nivel de las causas físicas, como una primera causa en el tiempo, para luego negar la necesidad de esa primera causa. Desde este punto de vista ontológico, la fe en la creación no depende del modelo cosmológico que se utilice para describir la naturaleza del mundo. Sin embargo, a lo largo de la historia, la creación se ha ido expresando en términos de los modelos cosmológicos de cada época. Tenemos que recordar que el conocimiento científico no constituye el único acceso a la realidad, sino que hay otros tipos de conocimiento de la realidad, como el filosófico, el estético o el religioso, que nos descubren aspectos de la misma no incluidos en el conocimiento científico. De esta forma, la fe en Dios creador no se basa en ninguna laguna o hueco de la ciencia, ni es una hipótesis cosmológica, sino la respuesta a la pregunta por la existencia misma del universo y su sentido.

     Un aspecto importante que no cae dentro del ámbito de la ciencia es la consideración del sentido. La pregunta que podemos hacernos es: ¿qué sentido tiene la realidad que nos rodea y qué sentido tiene nuestra propia existencia? En el fondo, se trata de la pregunta última de ¿por qué existe algo en lugar de no existir nada, (la famosa pregunta de Leibniz y Heidegger, clic aquí para una ampliación de este tema) y qué sentido tiene que exista algo? Las ciencias presuponen la existencia del mundo que nos rodea y tratan de dar una respuesta a la pregunta acerca de cómo está constituido, qué leyes lo rigen e incluso cuál ha sido su origen físico; pero no entran en la cuestión del sentido ni de la razón de su existir. Para Thierry Magnin*, este problema es el que siempre se le escapa a la ciencia y sobre el cual tenemos todo el derecho a hacernos preguntas.

     Durante mucho tiempo, la pregunta sobre el origen del universo no era considerada como una pregunta propia de la ciencia. Hoy el modelo del Big Bang nos presenta un comienzo del universo que es a la vez comienzo de nuestro espacio-tiempo. La intuición de San Agustín, en el siglo V, de que el tiempo había sido creado junto con el mundo, y que no había tiempo anterior a la creación, se acerca a la idea de la cosmología moderna. Aunque no faltan elucubraciones sobre estadios y tiempos anteriores al momento del Big Bang, éstos no tienen ninguna base experimental. No podemos hacer afirmaciones científicas con base empírica sobre las condiciones anteriores al Big Bang. Algunos autores proponen que algunas características de nuestro universo son heredadas de un universo anterior, a partir del cual el nuestro se ha originado; pero ello no deja de ser una pura elucubración.

     La gran dificultad con que nos encontramos a la hora de considerar la creación es el concepto mismo de la nada. La nada no es un concepto físico; la física habla de vacío, pero no es lo mismo. El vacío físico está lleno de potencialidades y realidades, como son los campos de fuerzas. Cuando los cosmólogos hablan de que el Big Bang fue originado por una fluctuación del vacío cuántico, están implicando ya una realidad en este vacío, lleno de potencialidades y virtualidades. La nada es realmente un concepto filosófico que se refiere a la negación de toda realidad. Este concepto es difícil de comprender, y el paso de la nada absoluta al ser tardó en plantearse. Esta dificultad de explicar el paso de la nada al ser llevó a Epicuro* a afirmar que de la nada no puede originarse nada y que, por lo tanto, los átomos debían ser eternos. Aristóteles*, sin embargo, que aceptaba la idea de un Dios fuente de todo movimiento, afirmaba que el mundo también era eterno. La disyuntiva sigue estando presente: si no se acepta la idea de un Dios creador que es eterno, el mundo mismo tiene que serlo. La única alternativa a la creación es la eternidad misma del universo. Ante esta disyuntiva, Harrison* concluye que Dios y el Universo (ambos con mayúsculas) se identifican entre sí como lo que es "todo e inconcebible", y dios y el universo (con minúsculas) son nuestras imágenes y máscaras concebibles de lo que en sí mismo es inconcebible. No podemos menos de encontrar aquí, de alguna manera, un reflejo de las tradiciones religiosas orientales en las que el mundo y la divinidad se identifican en una concepción monista de la realidad cuyo último fundamento es incognoscible (esta es la postura, por ejemplo, del astrofísico Bernard Haisch expuesta en su libro "La teoría de Dios").

     Como ya se ha dicho, Dios no se puede concebir como una causa física al mismo nivel de otras causas físicas. Por eso tiene poco sentido que Hawking* diga que, si al principio no hubo ninguna singularidad, si el universo es realmente autocontenido, no tendría ni principio ni final: simplemente, sería, y entonces, ¿qué lugar queda para un creador? Precisamente porque el universo es, necesita un creador. La confusión de poner la creación al nivel de las causas físicas puede llevar a su rechazo y proponer al universo mismo como último principio físico de sí mismo. Ponerse a buscar a un Dios creador como una hipótesis física para explicar el universo, es entrar en un camino sin solución. Otro problema que suele plantearse es el de la relación entre el acto de la creación y el tiempo. Debemos recordar que Dios está fuera (cursivas mías) del tiempo (si Dios creó el espacio y el tiempo, como siempre nos han dicho tantas tradiciones filosóficas y religiosas ancestrales, es obvio que, por muy extraño que nos resulte, el tiempo es un "objeto creado" y, por tanto, es algo distinto y aparte del creador, es una "cosa" creada y está fuera de él, como la vasija está "fuera" y es distinta del alfarero), el acto creador está fuera del tiempo, y es, por tanto, atemporal. De esta forma se puede concebir como coincidiendo con cada uno de los instantes del tiempo del universo, incluyendo, por consiguiente, toda su evolución. Esta manera de concebir la creación se donimina, a veces, "creación continua". Continua, vista desde nuestra dimensión temporal, pero no desde la atemporalidad de Dios. Tenemos que rechazar la idea, común en el pensamiento deísta, de que Dios creó sólo en el primer instante, y luego el mundo ha evolucionado por sí mismo de acuerdo con las leyes que Dios le ha impuesto. A nosotros, que vivimos vinculados al tiempo, nos es difícil concebir lo que significa estar fuera del tiempo, pero no podemos concebir la acción de Dios con categorías temporales.

      (En efecto, algunos autores proponen que, al estar fuera del tiempo y vivir en un eterno presente, Dios está creándolo todo en este mismo instante. De este modo, aunque a nosotros nos resulte imposible concebir estos conceptos, el Big Bang, la formación de la Tierra, la aparición de la primera célula, todo lo que, desde nuestra particular percepción del tiempo necesitó millones de años en su evolución, para alguien que no está sometido a ese fluir espacio-tiempo, todos esos sucesos tuvieron/tienen lugar simultáneamente en un eterno y perfecto "ahora").

     Se puede preguntar si el momento del Big Bang corresponde al momento de la creación. Cuando la ciencia habla del origen del universo, lo está haciendo dentro del contexto científico de una teoría concreta. La ciencia trata de responder a la pregunta de cómo fue el origen del universo en el sentido físico. La fe en la creación del universo se refiere al sentido ontológico y responde a la pregunta de por qué existe el universo, que pasó de no ser, es decir, de la nada, a ser. La ciencia trabaja siempre en el campo de lo físico y natural y no puede, por sí sola, llegar a una causa sobrenatural. El hecho de que la ciencia haya llegado al conocimiento de que el universo ha tenido un origen puede estar señalando al creyente que ese origen se corresponde con el momento de la creación. Debemos tener cuidado, de todas formas, de no mezclar los dos niveles de conocimiento. La ciencia sólo llega a un primer momento, que además le queda oculto por la barrera del tiempo y el tamaño de Planck, por debajo de la cual no son válidas las leyes que conocemos de la física. Hay propuestas, dentro de la ciencia, acerca de lo que ocurrió en ese primer momento, tales como que todo surgió de una fluctuación del vacío cuántico. Pero el vacío cuántico no es la nada, (clic aquí para consultar una reflexión del físico Fernández-Rañada sobre este tema) y la pregunta por la existencia de ese vacío cuántico (cómo pudo surgir de la nada) sigue en pie. También podemos preguntarnos por qué ese vacío cuántico dio origen a este universo con las características físicas concretas que tiene.

     Las características tan especiales que se requieren para que en un universo se desarrolle vida inteligente han dado origen al llamado "principio antrópico". Una interpretación fuerte de este principio, que implica la existencia de una finalidad o diseño desde el comienzo, escapa al campo científico y pertenece a la reflexión filosófica o teológica. Desde el nivel mismo de la ciencia no es válido hacerse preguntas que implican finalidad, como las incluidas en la idea de diseño. Éstas son preguntas que pertenecen al pensamiento filosófico o teológico. Negar la posibilidad de hacerse este tipo de preguntas, para las que la ciencia no tiene respuesta, tampoco está justificado. Sin embargo, está muchas veces implícitamente presupuesto que todo conocimiento ha de conformarse con el científico, por lo que se niega toda validez a una reflexión ulterior filosófica o teológica que trate de la finalidad o diseño del universo. Pretender que los mecanismos del azar y la adaptación excluyen este tipo de explicación significa quedarse en el nivel fisicalista de la ciencia, excluyendo otros planteamientos que pregunten por la existencia y sentido del proceso mismo de la evolución del universo. Pero las preguntas de la ciencia no son las únicas que el hombre puede hacerse.

     A veces se presenta la hipótesis de la existencia de muchos universos como una alternativa a la creación y una última explicación de la peculiaridad de nuestro universo. Esta propuesta crea dificultades dentro mismo del campo de la ciencia, al no ser verificable ni falsable por ningún tipo de observación. Sin embargo, esta hipótesis sigue planteándose dentro del campo de la ciencia, y es ahí donde debe discutirse su validez. No supone, sin embargo, ninguna dificultad en el nivel de la existencia ontológica en que se plantea el problema de la creación. En el siglo XVI, Giordano Bruno, acusado de defender la existencia de muchos mundos, lo cual se consideraba una opinión herética, se defendía diciendo que Dios podía haber creado más de un universo, y que esto era más congruente con su omnipotencia que el haber creado uno solo. Pero, aún en la Edad Media, algunos autores, al discutir la potencia absoluta de Dios, planteaban la cuestión de si Dios podía haber creado más de un universo. (En este post, el filósofo Antony Flew responde de un modo jocoso a los que argumentan que la existencia de muchos universos sería la "prueba definitiva" de que este universo que vemos no tuvo un creador).

     Curiosamente, la respuesta que se daba era que podría haberlo hecho, pero que lo cierto era que había creado uno solo. La validez de la propuesta de la existencia de muchos universos, y aun de un número infinito de ellos, puede discutirse a nivel científico, pero no puede considerarse en sí como una alternativa (o un contraargumento) a la creación. La fe en la creación se plantea en el nivel ontológico del ser e implica la aceptación de la existencia de Dios, de quien depende la existencia de todo lo creado, sea uno o sean muchos los universos realmente existentes".

Los añadidos en gris son míos.

Agustín Udías
Físico y teólogo
Catedrático emérito de Geofísica de la Universidad Complutense de Madrid
Autor, entre otros, de "Historia de la Física. De Arquímedes a Einstein", 2004 

Extraemos estos párrafos de su libro "Ciencia y religión, dos visiones del mundo", 2009. ISBN: 978-84-293-1847-0



*Thierry Magnin: Doctor en Física y Teología, es profesor de física en l'École nationale supérieure des mines de Saint-Étienne.
*Epicuro: Filósofo griego (342-270 a.C.), fundador de la escuela que lleva su nombre.
*Aristóteles: filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia, (384 a. C. – 322 a. C.) Su pensamiento ha ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente.
*Edward Harrison: (1919-2007). Fue profesor emérito de física y astronomía en la Universidad de Boston.
*Stephen Hawking: Célebre físico teórico, cosmólogo y divulgador británico, autor de "Breve historia del Tiempo".
    

"Tomemos afirmaciones tales como 'no debemos pedir una explicación de por qué existe el mundo; está aquí y eso es todo' o 'como no podemos aceptar una fuente trascendente de la vida, escogemos creer lo imposible: que la vida surgió espontáneamente, por azar de la materia', o 'las leyes físicas son leyes alegales, que surgen del vacío (sin legislador): ¡fin de la discusión!'. Parecen a primera vista argumentos racionales que tienen una autoridad especial porque irradian cierto tono solemne. Pero, por supuesto, esto no es ninguna prueba de que sean racionales, y ni siquiera de que sean argumentos.

En esto, a mi modo de ver, reside el peculiar peligro, el mal endémico, del ateísmo dogmático"

Antony Flew
Filósofo y escritor inglés
Profesor en Oxford y otras muchas universidades
Perteneció a la escuela del pensamiento evidencialista
Extracto de "Dios existe", pág. 86 


Clic aquí para consultar todos los posts sobre el pensamiento de Antony Flew en este blog. 
El físico Paul Davies y el matemático Alfred Hoyle exponen aquí un planteamiento similar, y aquí lo hace Bernard Haisch.


Resumiendo: la ciencia no puede contestar a la pregunta sobre el sentido de la vida y del Universo porque es una cuestión que queda fuera de su radio de acción como queda fuera del alcance del impresor -por usar un símil ya conocido- entender las razones privadas que movieron al autor del libro que está imprimiendo a escribir ese texto precisamente y no otro. Pero a los cientifistas -que no a los científicos- no les agrada que algo quede fuera de la disciplina de la ciencia y, por tanto, en vez de contestar con un honesto "no sé" o un evasivo pero legítimo "no me interesa", prefieren argumentar que la pregunta formulada es absurda, que aquellos que la formulan son unos pobres ilusos y que si la ciencia no ha hallado ese "sentido", es porque éste no existe o es insignificante.


¿Recuerdan la fábula de la zorra y las uvas?
:-) 

Los dados de Dios :-)

dios no juega a los dados

"Dios no juega a los dados con el universo"

Albert Einstein
Físico alemán
Formuló la Teoría de la Relatividad
Premio Nobel de Física, 1921


***

"Einstein, deje de decirle a Dios lo que debe hacer con sus dados"
:-)

Niels Bohr
Físico danés
Premio Nobel de Física en 1922 



Debemos aclarar que este célebre diálogo mantenido supuestamente entre estos dos gigantes de la física durante el quinto Congreso Solvay, que tuvo lugar en Bruselas en 1927, no hacía alusión al mundo espiritual sino a la, por entonces recién estrenada, teoría cuántica. Según esta hipótesis, el orden molecular que observamos a nivel macroscópico se deriva de un caos imprevisible a nivel cuántico, es decir, a un nivel subatómico. A esta escala tan minúscula parece que la materia sólo sigue leyes de probabilidad. 

A Einstein las conclusiones derivadas de esta teoría revolucionaria le incomodaban mucho, de ahí su famosa sentencia sobre Dios y sus dados. Bohr, sin embargo, estaba convencido de que las conclusiones de la mecánica cuántica eran acertadas, a pesar de que desafían todas las leyes, no sólo ya las de la física clásica, sino también las de la razón y la lógica. Como escribió alguien, la física cuántica es una teoría tan definitivamente antiintuitiva, que el sentido común es casi inútil para acercarse a ella y nadie sabe por qué es así. Hace algún tiempo, Stephen Hawking, con su habitual sentido del humor, añadió un poco más de leña al fuego de este viejo debate, declarando que "Dios no sólo juega a los dados, sino que, a veces, los lanza donde no podamos verlos" :-)

Les transcribo unos párrafos muy reveladores del libro "El LHC (el Gran Colisionador de Hadrones) y las frontera de la física" del doctor en física teórica Alberto Casas:


"La idea de que la naturaleza se comporta de forma intrínsecamente probabilística es extremadamente novedosa. En la vida ordinaria usamos muchas veces el concepto de probabilidad (a menudo de forma inconsciente), pero siempre como un reflejo de nuestra ignorancia. Cuando tiramos una moneda al aire, pensamos que hay una probabilidad entre dos de que salga cara y lo mismo de que salga cruz. Pero si pudiéramos medir el impulso que ejercemos sobre la moneda en el lanzamiento, se podría calcular el número de vueltas que va a dar, y por tanto, saber si va a salir cara o cruz. 

Otro ejemplo: es un juego típico con niños, mostrarles los dos puños cerrados para que adivinen en cuál se oculta un caramelo. Cuando ellos eligen una mano, saben intuitivamente que la probabilidad de que el caramelo esté ahí es de 1/2, como en el caso de la moneda en el aire. Esto refleja su ignorancia, no la situación real.

El caramelo no se "materializa" al azar en una de las dos manos cuando las abrimos, sino que estaba en ella desde el principio. Pensar lo contrario sería absurdo. Pero este absurdo es lo que sucede con los electrones, según la Mecánica Cuántica. Inicialmente el electrón NO tiene una posición definida. No es que la tenga y nosotros la desconozcamos (como en el caso del caramelo en la mano), es que NO la tiene. Y es al medir su posición (el equivalente a abrir las manos) cuando efectivamente se manifiesta en una de ellas. 

Se ha tratado repetidamente de formular teorías alternativas a la Mecánica Cuántica, en las que la probabilidad cuántica es un reflejo de nuestra ignorancia, al estilo del juego de los puños cerrados. En esas teorías el electrón estaría realmente en una posición concreta desde el principio, sólo que nosotros no sabríamos en cuál. Pero todos esos intentos han fracasado y la Mecánica Cuántica ha salido siempre triunfante, a pesar de ser tan "absurda"".



Los misterios prosiguen, se inflaman y extienden a medida que tratamos de avanzar hacia ellos. La meta del conocimiento total se aleja como se aleja el horizonte cuando intentamos acercamos a él sin acabar nunca de alcanzarlo. Hace más de un siglo que la materia dejó de ser ese elemento firme, sólido, medible y bien definido que nuestros sentidos perciben. Lo más fascinante de este extraño enigma es que, dado que el ser humano se formó también a partir de esa sustancia primigenia, mientras desconozcamos qué es y cuál es su comportamiento real, tampoco sabremos qué somos nosotros realmente y cuál será nuestro destino.


"Como hombre que ha dedicado su vida entera a la más clara ciencia superior, el estudio de la materia, yo puedo decirles, como resultado de mi investigación acerca del átomo, lo siguiente: no existe la materia como talToda la materia surge y persiste debido solamente a una fuerza que causa que las partículas atómicas vibren, manteniéndolas juntas en el más diminuto de los sistemas solares: el átomo.  Debemos asumir que detrás de esta fuerza existe una mente consciente e inteligente. Esta mente es la matriz de toda la materia"

Max Planck  
Físico alemán 
  Padre de la Teoría Cuántica 
Premio Nobel de Física, 1918



Pareciera que, desde principios del siglo XX, los materialistas están viendo cómo, poco a poco, su objeto de culto se va desdibujando... Por eso, cuando algún amigo afirma rotundamente: "Yo sólo creo en la materia", siempre respondo con un cortés: "Pues buena suerte" :-)


Otra teoría sobre la forma en que "Dios usa sus dados", AQUÍ.

Sobre la física cuántica y el fin del reduccionismo, AQUÍ y AQUÍ.

Más sobre física cuántica, AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ.

Otro post relacionado, aquí.

Leído al pasar :-)

niña riendo


"Qué chasco te vas a llevar cuando veas que tus esperanzas son absurdas y que los gusanos se comen tu cuerpo..."


Un "brillantísimo" ateo respondía así a otro forero que confesó creer en la pervivencia de la consciencia tras la muerte del cuerpo físico. Nuestro ateo no estaba de acuerdo, por supuesto, e insistía una y otra vez, con una carga considerable de cinismo, en que tras la muerte no queda más que la inconsciencia y la nada eterna, una idea lúgubre que, curiosamente, como a tantos otros ateos, parecía causarle un singular entusiasmo

Finalmente, y para regocijo de una servidora ;-), trató de rebatir los argumentos del forero que no compartía su postura epifenomenalista con esta, nunca mejor dicho, "lapidaria" sentencia que transcribimos arriba.

Para que luego digan que el debate ciencia-fe es aburrido.

:-)


***


Si desean consultar nuestra serie sobre el problema de la consciencia, clic aquí.

Manifiesto por una Biología del siglo XXI

tubos de ensayo
"Los abajo firmantes, alumnos y ex–alumnos del Departamento de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid, nos dirigimos a la comunidad científica y a la sociedad en general para llamar la atención sobre un problema que puede llegar a tener graves repercusiones en nuestra sociedad.
Existe, en la actualidad, una gran confusión en los fundamentos teóricos en que se basan las investigaciones biológicas y, como consecuencia, sus objetivos y aplicaciones, por lo que éstas pueden llegar a ser peligrosas para la Naturaleza y para el ser humano.

Los descubrimientos recientes sobre la naturaleza y la complejidad de la información genética y de otros fenómenos biológicos, especialmente los relacionados con las actividades de bacterias y virus, resultan absolutamente contradictorios con las suposiciones sobre las que se sustentaba la base teórica de la Biología elaborada a principios del siglo pasado. Sin embargo, tanto la docencia como la investigación parecen seguir ancladas en las antiguas interpretaciones.

La explicación más inmediata de esta situación está en la especialización y falta de integración entre distintas disciplinas. Como consecuencia, desde el punto de vista de la docencia, se continúa la formación de nuevas promociones con criterios desfasados. Pero es aún más grave la repercusión en la investigación: se mantienen los planteamientos y los objetivos reduccionistas y, como consecuencia, las interpretaciones, que son absolutamente contradictorias con los nuevos datos. Esto supone una grave pérdida de tiempo en ciencia y un inútil despilfarro de inteligencias formadas y enfocadas con unas bases erróneas.

Queremos transmitir a la sociedad que el problema no se reduce a un debate científico. La vieja concepción competitiva y simplificadora de los fenómenos naturales ha llevado a graves problemas, como el avance de la resistencia bacteriana a los antibióticos debido a la consideración de la bacterias (que ahora sabemos que son extraordinariamente abundantes y fundamentales para el desarrollo de la vida) como agentes exclusivamente patógenos que había que eliminar. Los datos actuales nos han mostrado que los virus son todavía más abundantes, ubicuos y participativos en los procesos biológicos que las bacterias y que, al igual que éstas, su carácter patógeno responde a un desequilibrio de los fenómenos naturales. Por esto, las investigaciones orientadas sobre los viejos criterios reduccionistas y enfocadas con fines economicistas pueden constituir un grave peligro para la Naturaleza y para la Humanidad.

Queremos resaltar especialmente la distorsión que introduce la investigación con intereses en un rendimiento económico inmediato en el verdadero objetivo de la Ciencia: la profundización de los conocimientos al servicio de la Humanidad. La financiación privada de investigaciones orientadas a la obtención de patentes destinadas a la comercialización conduce a la precipitación de sus aplicaciones y a nuevos peligros potenciales, dada la desconexión de estos planteamientos reduccionistas con la realidad de los fenómenos de reciente descubrimiento. Por otra parte, esta dinámica induce al despilfarro de tiempo, dinero e inteligencia en investigaciones con fines absolutamente absurdos e inviables, como la pretensión de “crear” organismos artificiales, alargar la vida o seleccionar individuos supuestamente libres de enfermedades genéticas y otras de un cariz semejante, naturalmente, destinadas para el que pudiera pagarlo.

Finalmente, queremos llamar la atención sobre un fenómeno que está contribuyendo a aumentar, especialmente en la sociedad, la confusión sobre el problema que estamos denunciando: El debate darwinismo-creacionismo, que los darwinistas parecen especialmente interesados en difundir. Creemos que es un debate inútil, porque los científicos no debaten sobre creencias, sino sobre datos empíricos, pero que contribuye al reforzamiento social de las viejas (e interesadas) concepciones para evitar el verdadero debate: el de una concepción científica del Siglo XIX frente a una Ciencia del Siglo XXI.

Por todo ello, hacemos un llamamiento a la implicación de la sociedad en este problema y, muy especialmente, a la comunidad científica para poner fin a esta situación irracional en que se encuentra una ciencia cuyos conocimientos nos deben resultar fundamentales para hacer frente a los problemas que se avecinan, productos en gran parte de una concepción de la Naturaleza propia de épocas pasadas, y construir una Biología que nos conecte con la Naturaleza. Porque si la seguimos tratando como a una enemiga tenemos todas la de perder".



Manifiesto extraído del portal "Evolución y Ambiente". En el enlace que facilitamos podrán ver los nombres de los firmantes.

Más artículos relacionados con los peligros de forzar a toda costa las posturas ortodoxas dentro de la Ciencia AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ.

Sobre el fin del reduccionismo AQUÍ.

Sobre una posible revisión de la teoría de Darwin, AQUÍ y AQUÍ.

Todos los artículos sobre el falso conflicto ciencia-fe, AQUÍ.  



(Subsanados por el momento los problemas con la web hosting, continuamos con nuestra labor de divulgación. 
Gracias a todos los que nos han enviado mensajes de apoyo :-))


Problemas con las imágenes



Hola, ¿qué tal estáis? :-) Como veis, parece que hay problemas con el sitio donde alojo mis imágenes. Les acabo de enviar un email pidiéndoles explicaciones, en caso de que no me convenzan, tendré que cambiar de web hosting.

Confío en tenerlo todo arreglado dentro de unos días u horas. Disculpad las molestias mientras tanto. En cuanto solucione este contratiempo volveremos a publicar.
Gracias por vuestra comprensión y un abrazo a todos.


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